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  El arte de pintar

La pintura es una de las expresiones artísticas humanas más antiguas.

La pintura es el arte y la  técnica de crear imágenes a través de la pigmentación  de colores sobre una superficie, sea papel, tela, madera, pared.

 

Se suele dividir en pinturas de  mural como fresco o  temple  y también de  caballete como óleo y  pastel, e igualmente puede clasificarse según su género, retrato, paisaje, bodegón, entre otros.

 

La pintura ha sido durante siglos el principal medio para documentar la realidad, reflejando en sus imágenes el devenir histórico de las distintas culturas que se han sucedido a lo largo del tiempo, así como sus costumbres y condiciones materiales.

 

En la historia de la pintura es primordial el estudio de los estilos artísticos,  cada periodo histórico ha tenido unas características concretas y definibles, comunes a otras regiones y culturas, o bien únicas y diferenciadas, que han ido evolucionando con el devenir de los tiempos.

 

De ahí surgen los diversos estilos, que pueden tener un origen geográfico o temporal, o inclusive reducirse a la obra de un artista en concreto, siempre y cuando se produzcan unas formas artísticas claramente definitorias.

 

Actualmente,  se entiende como estilo aquella cualidad que identifica la forma de trabajar, de expresarse o de concebir una obra de arte por parte del artista, o bien, en sentido más genérico, de un conjunto de artistas u obras que tienen diversos puntos en común, agrupados geográfica o cronológicamente.

 

Cabe destacar , que se debe  tener en consideración para el estudio histórico de la pintura su clasificación en diversos géneros, el  género artístico es una especialización temática en que se suelen dividir las diversas artes.

 

En la actualidad,  se consideran como el principal género pictóricos, con  retratos y autorretratos, desnudos, bodegón y vanidades, paisaje y marina, pinturas de mitologías, pinturas de historia, pinturas religiosas y pinturas de géneros.

 


Cortesia del sitio Historia de la pintura

 

Por Susan Parra

Pintura sin palabras (y sin título)

'Sobre blanco, II', 1923. Vasili Kandinsky.

¿Qué es una pintura abstracta? ¿Simplemente la que no es figurativa? ¿Y por qué los artistas que han definido la naturaleza del arte contemporáneo se sintieron obligados, a principios del siglo pasado, a romper con la figuración?

 

Estas preguntas, aunque puedan parecer algo tópicas, resurgen siempre ante la obra de Vasili Kandinsky, y lo hacen aún con más urgencia cuando, como sucede en la muestra que puede verse estos díasen el palacio de Cibeles de Madrid, podemos asistir casi en vivo al proceso de ruptura que abrieron en la sensibilidad del siglo XX las llamadas “vanguardias históricas”, que probablemente dice más de nuestra época que cien gruesos volúmenes de eruditas descripciones.

 

Las primeras obras abstractas de Kandinsky, que parecen surgir casi naturalmente de su experimentación formal, nos impiden conformarnos con la definición negativa de lo abstracto como “no-figurativo”, sobre todo porque también nos veríamos en un aprieto para definir qué es lo figurativo.

 

Félix de Azúa propone una forma ingeniosa de salir de ese aprieto: es figurativa toda representación visual en la que aparecen seres cuyos nombres se encuentran en los diccionarios. Por tanto, tendríamos que llamar “abstracta” a toda representación en la que aparecen formas, colores, manchas o texturas para los cuales no tenemos nombre.

 

Algo que refuerzan los rótulos que leemos junto a los cuadros y que, para decepción de quien busque en ellos el significado figurativo oculto, no dicen más que Composición nº 8, Negro y violeta o, incluso, Sin título. Así pues, una manera de describir esa herida (por la que aún respiramos) en la representación contemporánea, que supuso la ruptura con la figuración, consistiría en decir que, en ese momento, por algún motivo, los pintores se quedaron sin palabras.

 

Pintura Sin Título 6 por Olivier de Sagazan

Eso mismo es lo que, según Walter Benjamin, les sucedió a los soldados de la Guerra del 14: cuando volvieron del frente no tenían nada que contar porque la experiencia de lo que habían visto (la primera guerra tecnológica a gran escala) no cabía en las viejas y gastadas palabras de las que disponían para relatar su historia. Y eso ocurría en el momento mismo en el que Kandinsky se desplazaba hacia la abstracción.

 

Algo similar le pasa a Charlot en la última secuencia de Tiempos modernos, cuando sus excesos mímicos le hacen perder los papeles en los que llevaba anotada la letra de la canción que tenía que cantar y se queda sin palabras ante el público.

 

Quizá es algo de este tipo lo que significa la abstracción en pintura: la aparición de una experiencia que, al menos en el momento en el que se está instalando como organizadora del mundo moderno, no conoce aún las palabras con las que podría integrarse en el relato de unas vidas humanas cuyas capacidades perceptivas se ven absolutamente desbordadas y superadas por las nuevas tramas tecnológicas y económicas.

 

Quizá es por eso que los pintores se quedaron sin palabras. Y esos rótulos “decepcionantes” (Sin título) podrían también ponerse bajo los retratos fragmentarios de todos los pobres diablos cuyo mundo había estallado entonces en mil pedazos por culpa de la guerra o de la inflación y había salido disparado como los obuses y como los falsos puños de la camisa de Chaplin, sin que pudieran explicarse cómo había ocurrido ni hacerse una composición “figurativa” de lo sucedido.

 

Ya sé que las explicaciones del propio Kandinsky apuntan a razones exclusivamente formales, estéticas, y en todo caso de una profunda geometría espiritual, y que en ellas ni siquiera hay mucho espacio para su experiencia como colaborador de la política cultural soviética en los primeros años de la revolución rusa.

 

 

Pero si ustedes se fijan en una de las pinturas de esta muestra, que se llama Sobre blanco, II,creo que, además de trapecios, triángulos, cuadrados, diagonales y colores, verán sin dificultad la cabeza de un avión cuyas aspas, al girar, van triturando la realidad cromática y visual y arrojan sus fragmentos en todas direcciones, como lo haría una bomba recién estallada en cuyas esquirlas se mezclan la metralla y la carne, el punto y la línea.

 

Esa bomba es la que hizo estallar la realidad en la que vivían los hombres en la primera mitad del siglo XX. La pintura no les devolvió la palabra que la historia les quitaba, pero al menos convirtió su confusión y su dolor en algo visible. Y en nuestro desconcierto ante esos cuadros sin palabras podemos aún sentir algo de aquella catástrofe de la que somos herederos.

 

Cortesia de: culturaelpais

 

Por Susan Parra  

 

El Centro de Arte Daniel Suárez reúne a grandes artistas venezolanos

Centro de Arte Daniel Suárez

Se podrán apreciar piezas de arte de la talla de Edgar Guinand, Carlos Cruz Diez, Narciso Debourg, Julio Le Parc, Gisseline Amiuny,  entre otros 

 

Las obras de reconocidos pintores y escultores venezolanos, conforman la exposición “Colectiva”, que ubicada en elCentro de Arte Daniel Suárez, donde podrá ser visitada hasta el 28 de febrero de 2016.

 

Formatos de pequeña, mediana y gran escala son parte de esta muestra, en la que se reúnen piezas bidimensionales y tridimesionales de 22 creadores, entre los que se incluyensiete Premios Nacionales, quienes con nuevas obras muestran sus estudios recientes en torno a la geometría y el color.

 

Adicionalmente, artistas como Julio Pacheco Rivas, Ángel Hernández, Juvenal Ravelo, José Campos Biscardi, Lía Bermúdez, Octavio Herrera, Ernest Petras, Daniel Suárez yPedro Briceño, exhibirán nuevas obras realizadas especialmente para esta exposición en el Centro de Arte Daniel Suárez, cuidando la auténtica y mejor propuesta artística con la rigurosa realización y el acabado perfecto que le caracteriza a este taller.

 

De igual forma, podrán apreciarse piezas de artistas de la talla de Edgar Guinand, Carlos Cruz Diez, Narciso Debourg, Julio Le Parc, Gisseline Amiuny, Santiago Pol, Cristina Ghetti, Enric Ansesa, Edgar Negret, Heddy Durán, Reinaldo Crespo, Rafael Martínez y Víctor Valera.

 

Cabe destacar, que esta exposición formará parte de la 7ma Cita Internacional de la Escultura Contemporánea, New Year’s Brunch ‘16, que es una cita internacional diseñada para celebrar y promover la escultura contemporánea, en la que unos 28.000,00 artistas y 100 Galerías de arte de Europa y Latinoamérica, acogerán el evento a ser realizado el 24 de enero de 2016.

 

 

La exposición “Colectiva” podrá ser visitada desde el próximodomingo 29 de noviembre hasta el 28 de febrero de 2016, en el Centro de Arte Daniel Suárez, ubicado en la avenida El Ávila con calle San Miguel, quinta Veneyork, urbanización Alta Florida. El horario de exposición es de lunes a domingo de 10:00 am a 4:00 pm. La entrada es libre.

 

Cortesia de: centrdearte

 

Por Susan Parra
 

 

El arte de pintar

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